Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.
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Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.

Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.

Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.

¡Ya os dije que Bruselas tenía una oferta cultural impresionante! Si ya habéis leído el anterior post y habéis anotado los tres lugares de visita obligada, no os perdáis los siguientes. ¡Sacad el mapa y apuntad!

Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.

Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.

Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.

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¡Cómo nos ha gustado esta ciudad! Estuvimos en noviembre con motivo de unos conciertos de Dani en el Lincoln Center. Todo el mundo nos había hablado maravillas de Nueva York, pero hasta que no estuvimos allí pensábamos que eran exageraciones. No es la estética en sí: es por la cantidad de cosas que tiene para visitar, por lo impresionante que es estar mirando hacia arriba todo el tiempo, porque parece que conocemos cada rincón gracias a las películas y las series y porque, en definitiva, es muy diferente a cualquier otro viaje que hayamos realizado hasta la fecha.