Tenía muchas ganas de escribir un post sobre este tema, también por enterarme de todo durante el proceso. Espero no tener que enfrentarme nunca a ninguna situación de estas, pero los niños son impredecibles y desde luego lo que no podemos hacer es ponernos a consultar internet cuando tengamos una emergencia. Es más, si me entero de que en mi ciudad se organiza algún curso de primeros auxilios para niños iré y me sentaré en primera fila dispuesta a marear al monitor con un millón de preguntas.

Tened en cuenta que describo maneras de actuar con un niño menor de un año, muchos procedimientos serán iguales para niños mayores pero otros no. Como os podréis imaginar, este es el primer fascículo, con todas las cosas que les pueden pasar es imposible que las describa todas aquí.

Lo primero de todo, preparar el botiquín (nota mental: aplicarme el cuento y rellenar con lo que falte).

  • Antisépticos tópicos (clorhexidina al 2% povidona yodada).
  • Suero fisiológico estéril.
  • Alcohol etílico al 96%.
  • Gasas estériles.
  • Esparadrapo hipoalergénico.
  • Apósitos.
  • Tiritas.
  • Vendas elásticas y de algodón.
  • Pinza de depilar.
  • Termómetro.
  • Tijeras de punta roma.
  • Paracetamol.
  • Otros medicamentos que le hayan recetado (en mi caso supositorios para el estreñimiento).

Es interesante que en el mismo botiquín tengáis apuntados números de interés, como el Servicio de Información Toxicológica (91 562 04 20), el de vuestro pediatra si lo tenéis, el centro de salud que os corresponda o el hospital más cercano. No obstante, llamando al 112 os derivarán rápidamente.

Botiquín infantil

Convulsiones febriles

Sólo de pensarlo se me pone la carne de gallina, dudo que sea capaz de mantener la compostura si me ocurre. Por lo visto las convulsiones son más frecuentes de lo que pensamos, y lo que hay que hacer es… Agarraos… ¡Nada! La misma cara se me quedó a mí cuando me enteré.

En principio no hay que intentar detener los movimientos convulsivos, simplemente retirar objetos de su alrededor con los que se pueda dañar y aflojar cualquier prenda que le quede ajustada, sobre todo de cintura para arriba. Únicamente voltearlo y ponerlo en posición de seguridad (sobre el costado), en caso de que vomite o acumule saliva o mucosidad. También si la lengua está dificultando la respiración.

En caso de fiebre muy alta, poner un antipirético por vía rectal, nunca oral. Es decir, un supositorio de paracetamol. Hay que observar (si logramos mantener la calma) cuánto dura exactamente la convulsión, que a nosotros nos parecerá medio siglo pero seguramente sean unos segundos, y si es o no asimétrica. En cuanto la convulsión termine, directos a que le vea el médico.

Llamamos a una ambulancia si: la convulsión no para, si se repite, si para pero el niño no reacciona, el color de labios es amoratado. Es preocupante pero no tan urgente si: el niño es menor de 6 meses, la convulsión dura más de 5 minutos, no tiene fiebre, después se encuentra extenuado, vomita, la convulsión es asimétrica o se ha golpeado la cabeza recientemente.

Toco madera para que no me pase nunca. ¡Ni a vosotros!

Atragantamientos

Lo importante ante un caso de atragantamiento es desobstruir la vía aérea, no que salga el cuerpo extraño. Si está tosiendo, hay que animarle a que siga haciéndolo. Si esta tos es fuerte no “ayudarle” con golpecitos en la espalda.

Lo primero que hemos de hacer es mirar la boca y extraer el objeto si es accesible. Nunca hacerlo a ciegas. Si no lo logramos, llamamos a emergencias. Mientras esperamos a que llegue la ambulancia:

Si el niño está consciente:

  • Lo colocamos inclinado boca abajo sobre el antebrazo o el muslo, le damos cinco golpes en la espalda.
  • Le damos la vuelta y con dos dedos realizamos cinco compresiones torácicas (contra el esternón, un dedo por debajo de la línea de los pezones presionamos hacia adentro y hacia arriba).
  • Volvemos a revisar la boca para extraer el objeto.

Repetimos estas tres acciones hasta que den resultado o llegue la ambulancia.

Primeros auxilios. Atragantamiento.

Si el niño está inconsciente:

  • Abrirle la boca y comprobar la respiración.
  • Realizar cinco ventilaciones boca-boca.
  • Si no se eleva el tórax realizamos una reanimación cardiopulmonar: masaje cardiaco y ventilación boca-boca.
  • Cada dos minutos miramos la boca y sacamos el cuerpo extraño si es accesible. Comprobamos respiración y signos vitales hasta que llegue la ambulancia.

Heridas

Eva todavía no se ha hecho ninguna, pero no creo que exista ningún niño que no se haya hecho una alguna vez. Viendo además las ganas de explorar que tiene ella, me temo que alguna se hará. Los pasos a seguir son:

  • Lavarse bien las manos con agua y jabón antes de tocar la herida.
  • Detener la hemorragia presionando directamente sobre ella mientras llevamos al niño hasta un grifo.
  • Limpiarle la herida con agua fresca. Dejar que el agua corra por encima para que arrastre cuerpos extraños como tierra, arena…
  • No sacar los cuerpos exraños, ya que pueden estar taponando la herida y deteniendo el sangrado.
  • Secar la piel de alrededor. Si sangra, presionar con apósitos estériles. Si es en un miembro, mantenerlo levantado.
  • Aplicar un antiséptico y no taparla si es posible.

En general, sabremos que una herida necesita asistencia sanitaria si: posee bordes irregulares que no se juntan; tiene un tamaño superior al de la palma de la mano; afecta a manos, pies, ojos o genitales; no se puede lavar correctamente; penetra en cavidades; tiene un cuerpo extraño; es profunda; se ha producido por la mordedura de un animal o un humano; deja ver tejido subcutáneo, músculo o hueso.

Quemaduras

Hay tres clases de quemaduras: las de primer grado son superficiales y se caracterizan por enrojecimiento, inflamación y dolor al contacto. No hay formación de ampollas. Las causas más comunes son el sol o los pequeños accidentes domésticos. Las de segundo grado son dolorosas. La piel está en carne viva y se forman ampollas. Necesitan cuidados y control sanitario. Las de tercer grado afectan a todas las capas de la piel e, incluso, al tejido graso, músculos y vasos sanguíneos. Se pierde la sensación de dolor por afectación de los nervios. La piel puede tener ponerse negra. Requiere atención sanitaria inmediata y control de los signos vitales.

Lo primero que tenemos que hacer (me imagino que lo dicta la lógica, pero yo por si acaso lo escribo), es eliminar la causa: apagar las llamas con una manta o haciéndole rodar por el suelo, quitarle la ropa si está impregnada con alguna sustancia cáustica… Quitar asimismo anillos, relojes o pulseras.

Lo segundo es enfriar la quemadura unos 15 ó 20 minutos bajo el agua fresca, y un mínimo de 20 si es una quemadura química. Si es de primer grado, aplicar crema y observar por si se producen cambios.

Si la quemadura es de segundo o tercer grado o si afecta a manos, cara, orificios naturales (boca, nariz, ojos…), cuello, articulaciones, genitales o la planta del pie necesita atención médica.

No se debe:

Romper las ampollas, sólo tenemos que limpiarlas con un antiséptico. Si ya lo están, lavarlas con agua y jabón y después aplicar un antiséptico y tapar con un apósito. No aplicar pomadas ni pasta de dientes. Por último, pero no por ello menos importante, nunca intentar despegar la ropa que se haya quedado pegada a la piel.

Hasta aquí, la primera parte de primeros auxilios. ¡Aprendéosla bien que la semana que viene habrá más!

Eva dormida

*Aprovecho para actualizar esta entrada y decir que no me he inventado toda esta información, sino que agradezco la colaboración a mis padres (ambos médicos), los pediatras del centro de salud de Zabalgana (Vitoria), los pediatras del centro Olaguibel (también en Vitoria) y un libro informativo de la Asociación Española de Pediatría.

Vosotros, ¿habéis tenido que hacer frente a alguna de estas situaciones?