Ya había viajado varias veces pero siempre acompañada, lo malo llegó la primera vez que viajé sola con Eva. ¡Casi me da un infarto al intentar planificarlo todo! no sabía cómo coger un taxi con la niña (pensaba que sin grupo0 no se podía), si es que lo lograba no creía que fuera a caber todo en el maletero, era incapaz de cargar con todo en un autobús, no alcanzaba a imaginar cómo podría llevar maletón, niña y carrito, y cómo podría desmontar éste una vez hubiera montado en el tren… En fin, un desastre. El caso es que resulta todo mucho más sencillo de lo que parece:
- Ahora sé que se pueden coger taxis en ciudad y llevar al bebé en brazos (yo aún así siempre llevo a la peque en mochila y paso el cinturón de seguridad por debajo, sujetando mis caderas).
- He ido muchas veces en autobús con todo el cargamento, en esos casos en vez de maleta llevaba una bolsa de deporte (cabe casi tanto como en una maleta), y la ponía cruzada sobre el carrito. Otra opción es llevar a la niña en la mochila o el fular y poner la maleta sobre el carro.
- Ahora directamente ni me planteo llevar carrito, pero este tema se merece una entrada aparte.
- En Renfe, el servicio Atendo sirve también para estos casos, te acompañan desde la entrada y te acomodan, y en destino hay alguien esperando para acompañarte hasta el siguiente medio de transporte. Es un servicio gratuito que hay que solicitar al comprar el billete, lo malo es que depende de la disponibilidad, puedes quedarte sin ayuda si tienes mala suerte. Mi consejo: coger la plaza en el vagón que tiene sitio para discapacitados. No suelen decir nada por no desmontar el carro (sólo dos veces me he topado con el mismo revisor amargado), caben varios carritos seguidos. Si vas sola y has tenido la mala pata de que el revisor te haga doblarlo CALMA. Obviamente no tenemos cuatro manos y desde luego no vas a dejar al bebé en el suelo. Siempre hay gente dispuesta a ayudar.
Aiala
Ole ole ole! Guapísima, si es que tú puedes con todo! Mi experiencia es que si se puede, y además cuando pasa y miras atrás y te ves lo bien que lo has hecho da mucho subidón!
Cantando Nanas
¡Sí, dan ganas de darte palmaditas en la espalda a ti misma! Tú sí que eres una campeona con dos, bienvenida al blog
Inma
¿ Qué ha pasado con aquellas sillitas plegables que se sujetaban a cualquier mesa ? He intentado comprar una para mi nieta y no las encuentro en ninguna parte. ¿ Ya no se venden ? ¿ No son seguras ?. Yo las usé con mis hijos y nunca tuve problemas. Cabían en cualquier sitio y eran prácticas.
Bueno, enhorabuena por el blog.
Me encanta
Cantando Nanas
¡Bienvenida, Inma! ¡Me encanta que haya también abuelas en el blog!
Pues no soy ninguna experta, a ver si hay alguien por aquí que nos sepa responder con más conocimiento de causa. Por lo que he podido leer soportan menos kilos, pueden volcar la mesa si el peso no está bien repartido y en algunas mesas no encajan si son muy anchas. No obstante como ventajas le veo que es mucho más compacta y que el niño está en la misma mesa, así es más fácil que se entretenga. Sé que alguna se comercializa, como esta de Chicco bastante curiosa porque se gira y se puede poner de lado.
A nosotros nos la han puesto en dos restaurantes, pero en casa tenemos una maciza de madera que hemos heredado de mis primitos pequeños. Mis padres en Vitoria le han comprado una también de Chicco que se fija a una silla de adulto. Está genial porque se limpia muy fácil, es bastante compacta, la mesita se quita y se pone y se puede regular la altura para cuando va creciendo.
¡Un abrazo!
Pablo
Me ha hecho gracia lo de no tener cuatro manos ni dejar al bebé en el suelo… CALMA ¡Jaja!