Tenía ganas de escribir acerca de un tema tan importante: la lactancia materna. A nosotros nos ha dado muchísimas satisfacciones: resulta una manera comodísima y económica de alimentar a nuestros hijos. Además, según los expertos, la leche materna es el alimento más completo y nutritivo que podemos ofrecerles, así como una forma natural de transmitir las defensas inmunológicas de la madre al bebé. También es beneficioso para la madre, pues ayuda a recuperarse rápidamente del parto, a reforzar el apego y a prevenir el cáncer de ovario y de mama.
Tanto la OMS (Organización Mundial de la Salud), UNICEF (United Nations International Children’s Emergency Fund) como la AEP (Asociación Española de Pediatría) recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad, cuando los niños comienzan a introducir la alimentación complementaria*. Recomiendan continuar con ella al menos hasta los dos años. Desafortunadamente en España aún estamos un poco atrasados al respecto, y es difícil encontrar familias que sigan dando el pecho más allá del año. Mucha gente (conocidos y desconocidos), se asombra incluso cuando el niño sigue mamando a partir de los seis meses. Esperemos que esto se normalice con el tiempo.
*Complementaria, como su propio nombre indica, significa que el alimento principal hasta el año sigue siendo la leche materna.
En qué consiste la lactancia materna a demanda
Consiste en dar de mamar al niño cada vez que lo pida y sin tiempos de duración de las tomas prefijados. Conviene dar de un sólo pecho en cada toma según nos aconsejaron pediatras y matronas: los niños normalmente maman por hambre, pero también pueden demandar por sed, sueño o porque necesitan un «mimo». Así, la leche de un mismo pecho no tiene la misma consistencia al comienzo de la toma que 5 minutos más tarde: la primera es más líquida y sirve para saciar la sed inmediata y poco a poco va siendo más nutritiva. La del final de la toma es la que más cantidad de grasa tiene. Por eso es conveniente vaciar cada pecho en las tomas y no alternar según los expertos.
Hasta hace unos años había normas estrictas que decían que había que amamantar cada tres horas durante 10 minutos de cada pecho. Afortunadamente hoy se ha entendido que con un bebé no suele funcionar esta fórmula y ya no fracasan tantas lactancias.
Evolución de la lactancia
Hasta el visto bueno del pediatra, aproximadamente a los siete o diez días del nacimiento, recomiendan no dejar pasar más de tres horas entre toma y toma, llegando a despertarles si fuera necesario. Al principio con la pérdida de peso y al ser más débiles e inexpertos pueden entrar en el círculo vicioso de debilitarse cada vez más por no comer y no tener fuerza para demandarlo. La verdad es que las primeras noches me agobiaba un poco haberme dormido y que se hubiera saltado alguna toma porque Eva no era nada llorona. Más adelante os explicaré alguna señal que nos indica que sí que están alimentándose correctamente.
Se considera que el tiempo entre una toma y otra es desde el inicio de la primera hasta el inicio de la siguiente. Al principio, cuando maman muy lento y se duermen un poco en los laureles puede que os de la sensación de que se os junta una toma con la otra. ¡Yo en alguna ocasión he llegado a estar hasta cinco horas con Eva colgada del pecho!
Poco a poco se vuelven más eficientes. La producción de leche, además, es mucho mayor, de modo que el tiempo de las tomas se reduce significativamente. A veces en 10 o 15 minutos ya están completamente saciados. La distancia entre las tomas también se espacia mucho (aunque de vez en cuando demandan un chupitillo entre ellas, recordad que es a demanda).
Con la introducción de la alimentación complementaria paulatinamente van demandando menos: Eva, por ejemplo, ya sólo pide cuando quiere dormir.
Cómo saber si se está alimentando correctamente
Hay algunos signos que nos indican si el niño está alimentándose correctamente o no:
- Esto es muy obvio: si está ganando peso. Lo malo es que necesitamos varios días para poder comparar la evolución.
- La orina tiene un color claro. También es importante saber si moja suficientes pañales al día, en teoría a la semana de nacer debieran ser aproximadamente siete a diario. Os confieso que Eva nunca mojaba tantos, pero nunca nos preocupó porque vaciaba los pechos completamente.
- Se oye cuando traga.
- Se queda calmado después de estar en el pecho.
- Notamos que el pecho se ablanda después de la toma. Si tenéis una buena producción de leche lo notaréis sin problema, porque llega a molestar bastante si el niño se retrasa un poco en esa toma y el alivio cuando come es inmediato.

¡Merienda para las dos! El collar de lactancia me ha evitado muchos tirones de pelo…
Consejos para establecer una buena lactancia
- Como ya he dicho anteriormente, que la lactancia sea a demanda.
- Que se establezca en la primera hora de vida. La mayoría de hospitales promueven el contacto y lactancia inmediatamente, pero no está de más que lo pidáis en vuestro plan de parto.
- Que el lactante sólo reciba leche materna durante los primeros seis meses, no ofrecerle ni siquiera agua: si tiene sed, la leche es suficiente. De otra manera corremos el riesgo de confundirla con hambre y que tenga una falsa sensación de saciedad con el agua sin haber recibido ningún nutriente.
- Que no utilicen biberones, tetinas ni chupetes. La explicación de los biberones y las tetinas es que si descubren un objeto que suministra la leche con mucho menor esfuerzo puede que rechacen el pecho. Eva jamás de los jamases ha querido biberón, ni siquiera cuando comenzó a tomar cereales y eso que le compramos modelos preciosos y tetinas de todos los tamaños y formas que existen. En cuanto al chupete el razonamiento es que si es un bebé «conformista» y al demandar le engañamos con un chupete y así se duerme puede estar saltándose o retasando una toma. Este tampoco ha sido nuestro caso porque Eva lo ha rechazado siempre, aunque conozco niños de mi entorno que sí usan chupete y han establecido una buena lactancia, como siempre hay que relativizar un poco.
- El porteo: lo del cojín de lactancia y dar de mamar en un sitio tranquilo y agradable suena a anuncio, pero la realidad es que son muuuchos meses y muuuchas tomas. Los primeros días está muy bien, así descansamos mientras nos recuperamos del parto, pero la toma es un momento en el que los bebés se quedan muy tranquilos y que se puede aprovechar para realizar otras muchas cosas. El porteo tanto dentro como fuera de casa nos ha permitido seguir realizando actividades mientras Eva comía.
- A nosotros el colecho (bendito colecho), nos ha facilitado muchísimo las tomas nocturnas y nos ha permitido dormir a pierna suelta desde el primer día.
- Llevar prendas de vestir que permitan dar el pecho cómodamente en cualquier momento: los vestidos de escote cerrado y los monos son preciosos pero obligan prácticamente a desnudarse para dar el pecho. Los jerseys y camisetas sin escote o con uno suficientemente elástico hacen que tengamos que subirlos dejando la tripa al aire durante toda la toma…
- Al principio, hasta que ambas partes os adaptéis (el bebé aprenda a mamar y la madre a buscar posturas y trucos que le ayuden), puede llegar a ser bastante doloroso, pudiendo incluso aparecer grietas. Hasta que se normalice, que suele ser a los pocos días o semanas, la teórica receta es dejar los pechos al aire después de las tomas untando el pezón con un poco de la leche sobrante. La realidad es que es una época de muchas visitas, cuando hace mucho frío no es como para ir en topless y si ya se ha producido la subida de la leche los primeros días hay una cantidad ingente de ella que al menor roce o cambio de temperatura sale disparada… Lo que a mí me ha funcionado es:
1.- Aplicar la crema Purelán (se pone un poco después de las tomas y no hay que retirarla después para que mame el bebé, es inocua y no les da ningún sabor).
2.- No utilizar sujetadores que opriman mucho.
3.- Aplicar frío si están muy congestionados. Evitar el calor directo sobre el pecho porque estimula la producción de leche. Un ibuprofeno puede ayudar a calmar el dolor del pecho y de los puntos del parto y no es perjudicial para el bebé.
4.- Si el pecho está demasiado cargado puede que al bebé le cueste succionar además de doler. Podéis vaciarlo un poco manualmente, así se ablandará y le resultará más fácil mamar.
5.- Utilizar discos absorbentes suaves y cambiarlos con bastante frecuencia para evitar que el pecho esté húmedo.
Posición correcta del bebé
Para asegurarnos de que el bebé está en una posición adecuada para comer y evitar así que nos haga daño y que succione bien, podemos fijarnos en:
- Que tenga la boca bien abierta abarcando todo el pezón.
- Que tenga los labios evertidos y la lengua debajo del pezón.
- Que la barbilla y la nariz estén en contacto con el pecho.
- Que la cabeza esté ligeramente inclinada hacia atrás. Nuestro reflejo al coger un bebé es tenerlo acurrucado, más protegido, pero pensad en vosotros mismos al comer: resulta mucho más sencillo tragar si el cuello está erguido que si miramos hacia abajo, ¡lo mismo les pasa a estos humanos en miniatura!
Por qué fracasan muchas lactancias maternas
Es sorprendente que un acto tan natural pueda llegar a no funcionar en un porcentaje tan alto de casos hoy en día. Hay numerosas explicaciones:
- Que por decisión propia no se intente la lactancia, lo cual es absolutamente respetable: todos hacemos lo que consideramos que es lo mejor para nuestros hijos y cada uno conoce las razones por las que toma decisiones tan importantes.
- Que por razones médicas o de cualquier índole no se pueda llevar a cabo. Esto suele generar frustración en las madres, que necesitan comprensión y apoyo.
- Que la baja por maternidad se me antoja incompatible con una lactancia a demanda. La duración de la baja es de 16 semanas prorrogables en 2 más si la empresa accede a sumar el total de horas de permiso para la lactancia. Un bebé de casi cuatro meses demanda muchísima leche, no se me ocurre cómo se puede compatibilizar. O, si se logra, me imagino que será extenuante.
- Que cedamos a las presiones externas. Creedme, a la gente le extraña mucho ver mamar a un niño que no sea recién nacido. Hay muchísimos comentarios (¿bienintencionados?) animándonos a dejarlo porque «¿este niño no es ya muy mayor? ¡Pero si ya come de todo! No te la vas a quitar de encima nunca…». Nadie mejor que vosotros sabe mejor cuándo destetar al niño.
- Que os desaniméis al comienzo por el dolor o porque parece que el niño no está engordando suficientemente rápido. No son en absoluto cuestiones nimias.
- Que hay muchos aspectos de la lactancia que se pueden aprender y desafortunadamente nuestras generaciones precedentes no han sido un ejemplo porque en la mayoría de casos se recurrió a la leche de fórmula. No siempre, por supuesto, pero se tenía otro tipo de información y educación.
Si tenéis alguna duda existen grupos de apoyo a la lactancia en prácticamente todas las ciudades. También foros y páginas de ayuda en internet, como Alba Lactancia Materna o Via Láctea. Por supuesto, no me olvido de una página FUNDAMENTAL, creada por peditaras y que nos indica al momento la compatibilidad de cualquier sustancia o medicamento con la lactancia: e-lactancia.
Esta ha sido mi experiencia con la lactancia materna. Para nosotros ha sido una aliada incondicional a la hora de viajar y vivir. Una lactancia que comenzó con Eva, fue en tándem durante unos meses cuando nació su hermano y culminó con Samuel cuando este ya había cumplido dos años. ¡Cuatro años ininterrumpidos!
Aunque parezca un poco contradictorio hablar sobre su fin en este post, la lactancia no es fácil de dejar llegado el momento. Podéis echar un vistazo AQUÍ si ya ha llegado el momento y habéis decidido terminar ya esta etapa.
Paola
Yo sí he seguido hasta los 6 meses con LME y trabajando desde los 4 meses. El truco es segunda lactancia (la experiencia es un grado), hacer banco de leche y ser constante sacando leche en el trabajo. Si sacas, sigue saliendo. Trabajo de 8 a 3 y tengo una hora de coche hasta el trabajo, no es sencillo. También he empezado un poco antes, a los 6 meses justos, con la AC. Con mi proyecto hija empecé a los 7 meses. Pero por el momento lo llevo muy bien, lo llevamos muy bien, vaya.
Daniel Zapico
¡Bravo! ¡Ánimo con la conciliación!
Cantando Nanas
¡Cuánto me alegro! Desde luego, todo es ponerle ganas… Tienes toda mi admiración, seguro que más de una madre se anima a seguir tu ejemplo. ¡Un beso para toda la familia!