Hace dos años, cuando viajamos con Eva por primera vez fuera de España, decidimos comprarle un cuento florentino como recuerdo. Desde entonces lo hemos convertido en una tradición y, en lugar de un juguete o una postal, nos llevamos un cuento de cada país que visitamos.

Esta tradición se ha extendido y ahora, cuando Dani viaja sin nosotros, trae a los niños como regalo un libro del destino que haya visitado. ¡Ojo, no siempre lo hace! Este es un tema del que os hablaré en el futuro, simplemente os adelanto que no queremos que asocien la alegría de su regreso con un regalo o que lo den por sentado cada vez que se ausenta.

Procuramos fijarnos en que el autor y la editorial sean locales: de esta forma el recuerdo es más auténtico.

Algunos de nuestros cuentos de Corea del Sur

El abecedario

Muy práctico por si alguna vez deciden aprender coreano: hay ilustraciones simples con la palabra en inglés y en coreano con las letras en mayúscula y minúscula en la parte trasera de cada ficha. ¡Les encanta! Tanto tiempo después, siguen aprendiendo las letras con este recuerdo que nos trajimos de nuestro viaje a Corea del Sur.

Eva, con 8 meses, en el viaje de vuelta de Corea del Sur.

Eva, con 8 meses, en el viaje de vuelta de Corea del Sur.

Vosotros, ¿qué recuerdo os soléis traer de los viajes?