Sí: se puede viajar con niños. Y sí: pueden ser viajes largos y lejanos. Todo consiste en planificarse bien y armarse de paciencia. Si un trayecto de 14 horas ya es pesado para un adulto, ¡imaginaos para un niño pequeño!
A continuación os enumero algunos de los trucos que hemos ido aprendiendo a lo largo de nuestros periplos. Seguramente muchos los conozcáis, pero si no estáis acostumbrados a viajar con peques os pueden ayudar bastante.
En el aeropuerto
- Los puntos flacos de los niños (al menos de los míos) son el cansancio, el aburrimiento y el hambre. Cubríos las espaldas y evitaos este último: llevad siempre a mano comida y bebida. Tendemos a pensar que no dejan pasar botellines en los controles pero con los niños por regla general hacen la excepción y simplemente lo analizan y ya está.
- Las colas: aunque vuestro pasaje no sea prioritario lo normal es que os dejen ir por esta fila. Ahorraos el mal trago de las largas esperas y preguntad.
- En la mayoría de aeropuertos existen controles para familias: tienen más paciencia, hay corralitos, suelen ser más rápidas… Vamos, que mere la pena ir por ahí.
- Un vuelo no es el mejor momento para ir guapos: ahorraos joyas, relojes, calzado difícil de poner y quitar, cinturones, etc. En el control os vais a ver desmontando un carrito con una mano, sujetando con la otra a las criaturas, subiendo maletas, sacando líquidos, comida y tecnología aparte… ¿En serio os apetece añadir más objetos a la ecuación?
- CANSAD a vuestros niños. Echad carreras, jugad a ver cuánto saltáis o bailad. En el avión hay poco margen de movimiento así que tienen que ir bien descargados de energía.
- Meted los abrigos en la maleta que facturéis. Serán varias horas de aeropuerto con colas y controles: cuantos menos estorbos, mejor.
- Llevad alguna serie que les guste descargada en el móvil. Sí, lo sé, es de muy malos padres… ¡Pero se trata de sobrevivir! No son sólo las horas de vuelo, hay que sumarle el taxi, tren, horas de espera en el aeropuerto, etc. Si podéis capear un temporal de esta manera que no os importe hacerlo.
- Para evitar el jet lag intentad poner el reloj en la hora del país de destino desde el comienzo del viaje para ir adecuando los horarios de sueño, pero nunca forzando la situación. Lo ideal es comenzar días antes pero cuando van a guardería o colegio es imposible.
- Haced el check-in online y después guardad los billetes en la aplicación del móvil. Este punto parece bastante obvio para quien está acostumbrado a viajar en avión, pero para quien no el aeropuerto y sus trámites pueden resultar un poco liosos.
- ¿Aún así os sobra un ratito? Pues no dudéis en hacer capturas de pantalla de la dirección y trayectoria de vuestro alojamiento de destino: llegaréis cansados (MUY CANSADOS) y probablemente no os podáis conectar a internet al llegar.
¿Queréis saber qué llevar al avión así como alguna que otra recomendación para un viaje largo? ¡No os perdáis el siguiente post!
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