Os propongo un plan que os va a encantar: pasar un día en el variopinto barrio de Asakusa. El itinerario perfecto es primero visitar el templo Senso-ji para después caminar tranquilamente hasta Kappabashi, una calle donde podréis encontrar cualquier artículo relacionado con la cocina (cuencos, palillos, cuchillos, etc.).
Categoría: Asia

Este noviembre, durante nuestro viaje a Tokio, decidimos darle una alegría a los niños y visitar Disneyland. Es importante crear buenos recuerdos y hacer planes interesantes también para ellos: de este modo seguirán adorando recorrer el mundo con sus padres.
Además, se juntaba la Navidad con el 35 aniversario del parque, y eso es mucho…

ASOBono es, sin lugar a dudas, el complejo para niños más espectacular que he visto en mi vida.
Hecha esta introducción os lo explico: es una zona cubierta de juegos con muchísimas salas diferentes. Se encuentra ubicado en Tokyo Dome (donde podréis encontrar, además, multitud de atracciones y tiendas).

No lo puedo ocultar: ¡me encanta Turquía! Esto es porque es el lugar en el que he veraneado con mis padres y hermanos toda la vida: primero un periplo por Europa para llegar (cada año por un camino diferente) y después unos días en un pueblecito del sur en el que mis hermanos y yo trotábamos asalvajados a nuestras anchas. Estambul era parada obligatoria durante, al menos, tres o cuatro días cada año.
Recientemente he podido viajar con mi propia familia a Estambul, ¡qué recuerdos! Muchas cosas siguen como siempre y otras me han sorprendido, a continuación os doy algunas recomendaciones por si tenéis pensado viajar a este mágico lugar:

Esta entrada es completamente personal, aunque seguramente podáis extraer alguna idea si vais a hacer algún viaje a Oriente. De cualquier forma no puedo resistirme a contaros nuestra experiencia en este estupendo país que hemos tenido la suerte de conocer durante 15 días:
Corea y los bebés
No sé si es porque en Corea del Sur tienen un índice de natalidad muy bajo (apenas se ven niños), que veían a Eva como una muñequita tan rubita y con estos ojos grandotes o una mezcla de todo, pero se volvían locos por ella. Cada vez que parábamos a tomar un café para descansar teníamos alrededor a dos o tres personas haciéndole monadas.