Hace un par de semanas os prometí hacer una entrada acerca de las diferentes fases del parto. La información es poder, y desde luego a mí me ayudó muchísimo saber lo que estaba pasándome en cada momento cuando me puse de parto. Me di cuenta de lo poquísimo que sabía mientras me preparaba para él, pensaba que sería como en las películas: un día caminando notaría como si se cayera un cubo de agua entre las piernas, inmediatamente me empezaría a doler un montón y tendría que ir a todo correr al hospital porque diez minutos después y con un par de empujones (y respiraciones muy fuertes, eso sí), tendría a mi niña en brazos… ¡JA! ¡Nada más lejos de la realidad!
Categoría: Parto y postparto

La (no tan) dulce espera
Era muy gracioso ver en las clases de preparación al parto la diferencia entre las que estaban embarazadas de pocas semanas y las que estaban a punto de parir: el gesto de las primeras era una mezcla entre terror, asombro e incredulidad. En cambio a quienes ya llevaban mucho habían visto todas las imágenes y vídeos acerca del parto que existen y sólo tenían ganas de que llegara de una vez.
Afortunadamente, tuvimos una matrona estupenda que nos preparó para todo. Lo primero que te advierten es que no te puedes hacer ilusiones. Por supuesto, es imposible no hacérselas un poco.

Este post trata sobre el plan de parto. Me sorprende descubrir cuánta gente que ha sido mamá o va a serlo recientemente nunca ha oído hablar de ello.
Se trata de un formulario que recoge tus preferencias a la hora de dar a luz. Esto se registra y entrega en el hospital, y el personal intentará cumplirlo en función de las posibilidades o las ganas… Es recomendable llevar una copia en la bolsa.