Seguro que todos habéis oído alguna de estas frases de toda la vida. Algunas tienen fundamento. Otras, en cambio, no hay por dónde cogerlas:
1.- Niño braceado al año criado.
Pues así es como nuestras abuelas llamaban a lo que hoy en día conocemos como «criar con apego«. ¡Claro que sí, coincido con ellas y me sumo al braceo!
2.- Si el niño es estreñido será porque tienes la leche dura.
Mi abuela dixit. ¡Toma ya! ¿Cómo será mi leche? ¿Eva ha estado chupando piedra pómez? Yo no notaba nada al salir del pecho, pero vaya usted a saber…
3.- Niño que al mes no ha reído es tonto perdido.
La explicación es que al mes de vida aproximadamente los bebés desarrollan la sonrisa social, una forma de interactuación que nos indica una intención de comunicarse con las personas de su alrededor. Esto es importante y veréis que el pediatra os lo preguntará en las primeras visitas para descartar posibles trastornos del desarrollo.
4.- Si le das teta más allá del año se le van a caer los dientes.
¡Agarraos! ¡Dicho por un dentista! Como ya hemos hablado anteriormente sobre la lactancia y como más o menos todo el mundo tiene sentido común no voy a intentar desentrañar qué le llevó a este buen hombre a semejante conclusión.

Con todos sus preciosos dientecitos, ¡y eso que ha sido la niña con más teta a sus espaldas del mundo!
5.- Déjale llorar, que así ensancha los pulmones.
Esto es más de pueblo que las gallinas. Que no, que dejarles llorar sólo les hace sentir inseguros, que no va a cambiar su fisionomía, que los bebés lloran porque es la única forma que tienen de comunicarse, no para desarrollar ningún órgano.
6.- ¡Calza a ese niño, que se va a resfriar!
No, los virus no suben por los pies. De hecho, es muy beneficioso para el desarrollo del pie precisamente la práctica de caminar sin zapatos. En invierno, unos calcetines evitarán pasar frío (aunque repito que esa no es la forma de ponerse enfermo). Este es uno de los miedos más arraigados, hay personas que ni siquiera en pleno verano dejan a sus hijos corretear descalzos.
7.- Este niño tiene los pies/manos fríos, ¡ponle otro jersey!
¡Y dale con los pies! No le pongas un jersey, ponle como mucho unos calcetines o manoplas. Tendemos a mirar su temperatura cogiéndoles de la manita o el pie pero los niños pequeños no termorregulan bien, de modo que suelen tenerlos fríos. Para saber si tienen calor o frío es más fiable tocarles la espalda o el pescuecillo.
Estas son solo 7 frases, ¡seguro que estáis hartos de escuchar más de una! Dentro de poco escribiré otro post con más, porque haberlas haylas a millones.
Deja una respuesta