Etiqueta: ayuda

Viajar con niños: la parte más dura. Soluciones.

A estas alturas, tras el último post, parece que os he desanimado para embarcaros en un viaje con los peques pero nada más lejos de mi intención. Únicamente quería preveniros para que no os pillen por sorpresa algunas situaciones.

Yo vivo esto prácticamente todos los meses y sigo repitiendo encantada, sus ventajas tendrá, ¿no?

Un trayecto para olvidar: todo lo que puede salir mal viajando con niños

Recientemente hemos visitado Bruselas. Lo sabréis porque habréis leído las dos entradas anteriores:

Dani estaba cerca haciendo un concierto y quedamos en encontrarnos en esta ciudad, lo que suponía viajar con los dos niños yo sola. No era la primera vez. No me daba miedo. Los niños están más que curtidos en viajes. No se portaron mal. Peeeero… ¡El mundo se volvió en mi contra!

Cuánto tiempo esperar entre embarazos

Cuando Dani y yo decidimos formar una familia (antes aún de casarnos), teníamos claro que queríamos tener más de un hijo. Así, cuando ya había nacido Eva nos planteamos cuándo darle un hermanito. Elaboramos una lista de ventajas y desventajas para decidir si lo tendríamos enseguida o esperaríamos unos años para hacerlo.

12 trucos para viajar en tren: qué tener en cuenta a la hora de comprar los billetes

Viajar con niños no es sencillo, pero os voy a contar algún que otro consejo que os puede ayudar a la hora de sacar los billetes. Me he dado cuenta de que hay muchos servicios de Renfe que la gente desconoce, incluso aquellos que están acostumbrados a viajar. 

El papel de la pareja durante el parto

Nunca se me olvidará cuando, después de dar a luz a Samuel y que me subieran a la habitación, Dani se desplomó sobre el sofá y dijo:

—¿Cómo podemos estar tan cansados, Clara? ¡Si hoy no hemos hecho nada!

Esta frase (que pasará a la Historia), me produjo una mezcla entre gracia y ternura. Y es que conozco muy bien esa sensación que tuvo que vivir a lo largo de todo el día: la impotencia.

Escuchando los latidos de mi bebé (doppler fetal)

Estaba el otro día hablando con una amiga y me contaba lo mal que lo pasó durante su embarazo: su pareja era mayor, ya tenía hijos de otro matrimonio y sentía que si algo salía mal se echaría a perder la última oportunidad que tenía de ser madre biológica. Por eso, hasta que no comenzó a sentir las patadas del niño nítidamente (no como las primeras que se notan hacia mitad del embarazo), no pudo relajarse ni un segundo. Es más, me confesó que había gastado un pastizal yendo de vez en cuando a escondidas a hacerse una ecografía privada para comprobar que todo siguiera bien.

Fué entonces cuando me acordé de un invento que usé durante mis embarazos y que quizá pueda servir a más madres en su misma situación: el detector de latidos fetales o doppler fetal.

Funciona con WordPress & Tema de Anders Norén