En el anterior viaje a Nueva York Eva y yo visitamos el Museo Americano de Historia Natural (podéis leer toda la información en el post que escribí al respecto). Como nos gustó tanto la experiencia quisimos que Dani y Samuel lo conocieran también, así que repetimos en esta última visita.`

En la parada del metro

En la parada del metro

Como íbamos con carrito accedimos por la parte del Planetario (en el lateral derecho). La apertura de puertas es a las 10:00, nosotros llegamos 20 minutos antes y ya había unas cuantas madres con carritos esperando en la cola. De pronto, unos trabajadores del museo nos entregaron cuatro tarjetas (una por persona). En total repartieron 40 por orden de fila.

En la tarjeta sólo ponía Discovery Room y el horario: de 10:15 a 11:15. No teníamos ni idea de qué sería, pero movidos por la curiosidad compramos las entradas y nos dirigimos a todo correr a esa sala. No os entretengo más y os cuento en qué consistía:

La Discovery Room

Es una sala enorme con un montón de rincones interesantes para los niños: juguetes, libros, terrarios, microscopios, marionetas, casita del árbol, zona de dinosaurios… ¡De todo!

Hay unas cuantas cuidadoras ayudando y entreteniendo a los niños mientras pululan a sus anchas entre tanto entretenimiento.

Terrarios en la Discovery Room

Terrarios en la Discovery Room

Había un laboratorio en la parte superior

Había un laboratorio en la parte superior

Desde la casita del árbol

Desde la casita del árbol

Datos de interés:

  • La entrada recomendada es para niños entre 2 y 5 años.
  • La Storytime se realiza todos los lunes por la mañana durante el calendario escolar. Hay dos sesiones, la primera a las 10:15 y la segunda a las 11:15.
  • Se sitúa en la primera planta, entre la Grand Gallery y el Warburg Hall.
  • Es gratuito con la entrada del Museo, pero al ser aforo limitado se distribuyen los pases a partir de las 9:45 en la entrada del Planetario (en la 81st Street).

Gateway Storytime en la Discovery Room

Juego libre:

Durante los 20 primeros minutos los niños podían jugar y explorar cada rincón. Eva, por supuesto, se centró en las matrioskas y los cuentos. Samuel, por su parte, en intentar tirar al suelo todas las marionetas que estuvieran a su alcance.

Eva y su amor por las matrioskas

Eva y su amor por las matrioskas

Zona de juegos principal de la Discovery Room

Zona de juegos principal de la Discovery Room

Hora de aprender jugando:

De pronto una de las cuidadoras comenzó a cantar la canción de recoger y todos los niños, en cuestión de segundos, dejaron la sala despejada. En este punto os diré que casi todos los ahí presentes iban cada lunes, éramos de los pocos que lo visitábamos por primera vez.

Nos sentamos en semicírculo y nos repartieron una hoja con la información de lo que se iba a trabajar ese día: ¡los INSECTOS!

Primero, un precioso cuento sobre los bichos.

Después, una canción. La letra estaba en la hoja y la melodía era conocida.

I love bugs, they are great.
Insects have six legs, arachnids have eight.
Worms, slugs, and snails have no legs at all.
Millipedes and centipedes beat them all.

Bugs can do, so many things:
Swimming, crawling, or use their wings,
Camouflage or roll into a ball.
Amazing bugs both big and small!

(To the tune of “I love you, you love me”)

Más tarde nos explicaron la diferencia entre bichos, insectos, arañas, escarabajos, etc. Para poner la guinda trajeron unos cuantos insectos vivos para que los niños pudieran verlos de cerca e incluso cogerlos (los más valientes, como podréis suponer Eva no quiso ni tocarlos).

¡Un insecto palo!

¡Un insecto palo!

Toooda la información sobre lo que se había explicado venía en la hoja, así como el nuevo vocabulario aprendido ese día. También una propuesta de manualidad para hacer en casa relacionada con los insectos.

No os perdáis todas las actividades que se realizan aquí, sincronizad vuestro viaje con alguna de ellas a través de su página.

Yo no podía estar más encantada, ¡ojalá hubiera más iniciativas como esta! Desde luego, si fuera neoyorquina, acudiría sin falta cada lunes.

Y después... ¡A visitar el museo!

Y después… ¡A visitar el museo!

El plan perfecto: a primera hora Discovery Room, después a visitar el Museo (recordad que es gigantesco, seleccionad un poco lo que más os interese), proyección sobre Dark Universe en el Planetario y, para reponer energía después de tanto conocimiento, un buen perrito en Central Park.