Hemos pasado una semana en este pueblecito de Mallorca y ha resultado ser un paraíso. Han sido unas vacaciones (para mi y los niños, Dani tenía que trabajar) muy diferentes de lo que acostumbramos: normalmente visitamos ciudades con una oferta cultural tan amplia que nos pasamos todo el día viendo museos, monumentos y calles. Esta vez ha sido un viaje de DESCANSO.
Artá
Este pintoresco pueblo se sitúa al este de Mallorca. Es una zona mucho menos poblada y los paisajes son maravillosos.
El pueblo en sí es normal: las calles se parecen unas a otras (con el encanto de esas persianas y puertas de madera de colores), una calle principal con tiendas más turísticas, varios restaurantes recomendables…
Qué hacer con niños en Artá
- Si vais a los columpios os recomiendo que lo hagáis por la mañana que hay sombra, durante la tarde hace demasiado calor.
- Ir a la playa. Yo lo hice dos veces sola y una tercera con Dani. Hay autobuses que salen desde la oficina de información cada media hora que paran en diferentes playas. El trayecto dura unos diez minutos. También podéis optar por taxi (10€ aproximadamente).
- Como siempre, callejear. Es importante conocer a fondo los lugares a los que se viaja.
- Un restaurante que nos gustó muchísimo tanto por la comida como por la atención: Es Taronger. Además de contar con tronas, cambiador para bebés y menú infantil supieron recomendarnos bien y se desvivieron por los niños las dos ocasiones en las que estuvimos allí. IMPRESIONANTE el cochinillo mallorquín crujiente, ¡se me hace la boca agua al recordarlo!
- Si tenéis la suerte de poder disfrutar de un oasis de tranquilidad como el jardín de nuestro hotel estáis de suerte. Los dueños, Marga y Carlos, montaron una piscinita para ellos con un barreño y poco más necesitan dos niños pequeños. Como además cocinaban genial nos parecía la opción más cómoda para pasar las tardes y después cenar. ¡Incluso pudimos disfrutar de alguna cervecita cuando se quedaban dormidos en las hamacas!
- Si disponéis de coche disfrutar de la naturaleza y los maravillosos paisajes que rodean este pueblo.
- Subir al atardecer a la iglesia neogótica de la Transfiguración del Señor y contemplar las vistas de todo Artá y alrededores desde allí. El paseo es más corto de lo que parece (accesible con carrito) y los niños tienen espacio para corretear mientras vosotros disfrutáis del momento.
Consejos para viajar a cualquier pueblo mallorquín
- Es imprescindible una loción contra los mosquitos.
- Antes de ir a una cala informaos sobre si es de piedras o de arena, las primeras pueden resultar un poco incómodas para los niños.
- Lo ideal es disponer de coche para poder hacer escapadas a los pueblos cercanos y las playas más recónditas. En Mallorca no tendréis problemas para hacerlo: es, en proporción al número de habitantes, el lugar del mundo con más coches de alquiler.
- Si queréis planes familiares podéis consultar este mapa de turismo familiar que elaboró la Agencia de Turismo de las Islas Baleares la pasada temporada:
Como véis han sido unas vacaciones tranquilas, con largos paseos, siestas, momentos para leer y relajarse. ¡Lo necesitábamos!
¿Conocíais esta parte de la isla?
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