Los dos meses posteriores a dar a luz fueron sin duda maravillosos. Por fin habíamos formado una pequeña familia y nos había tocado la lotería con una niña que nos dejaba dormir, preciosa, sonriente, que no dió ningún problema ni tuvo ninguna complicación. Una niña fácil, en definitiva.
Con los meses, hay recuerdos que se difuminan y desde luego con los años ni nos acordaremos, pero me gustaría prevenir a las futuras mamás sobre aspectos que quizá les sorprendan.
Aprovecho para recordar que cada una es un mundo y tiene unas circunstancias diferentes, este es mi caso y que, a pesar de todo, tuve una recuperación buenísima.
- Con la habitación del hospital llena de tus visitas y las de tu compañera, te tienes que levantar (normalmente con el camisón sucio de sangre), para que dos enfermeras comprueben si efectivamente haces pis.
- Ya has tenido a la niña pero los kilos no lo has parido, siguen ahí bien agarraditos, pero ahora sin la tierna barriga de embarazada. La ropa de embarazo no te sienta bien, porque la barriga ya no está, pero ropa anterior a él tampoco porque tienes dos tallas más. Además no están homogéneamente repartidos: tienes unos brazos gigantes, un culo como media Castilla, unas rodillas (¡¡RODILLAS!!) descomunales, la que antes acostumbraba a ser una cintura de avispa es ahora una especie de pera rara… No es el momento de hacer dietas, de hecho si os pasa como a mí tendréis mucho más hambre durante la lactancia. Tampoco podéis hacer deporte porque estáis en la cuarentena, y cuando pasa porque tenéis un bebé.
- Como, repito, tenéis un bebé, las que no tenéis ningún tipo de ayuda o familiar en casa descubriréis que cosas como ducharse se complican. Te despides entonces de plancharte el pelo y maquillarte.
La gente en este periodo tiende a decirte lo estupenda que estás, no sé si por quedar bien o porque realmente se te ve feliz, ¡pero tú sabes que no es verdad!
- Los puntos, por muy bien dados que estén, tienen sus molestias con las que nadie contábamos: NO te puedes limpiar como habitualmente después de ir al baño porque el papel se queda pegado o te puedes desgarrar alguno, tienes que tener cuidado al levantarte o hacer algún movimiento raro porque se saltan (y da mucha grima).
- Continuando con los puntos, acordaos de que durante las primeras semanas estaréis sangrando un montón, como una regla fuerte. No podéis usar tampones, pero cuidado con las compresas que a mí una se me quedó enganchada a un punto y me lo arrancó. Muy cómodo todo.
- La primera vez que retoméis las relaciones sexuales, duele.
- Los pechos duelen un montón, era una tortura cada vez que Eva tenía que comer. Esto afortunadamente duró poco y desde que las grietas cicatrizaron no he tenido ningún problema, pero tened en cuenta que al principio comen cada poco y no son muy eficientes, así que podéis estar con un niño pegado a la teta cinco horas seguidas. Esto, claro, no ayuda a su curación.
- Hasta que la producción de leche se estabiliza, vais chorreando. Sin empapadores (que son bastante engorrosos y que no hacen una forma de pecho precisamente bonita) es impensable salir a la calle. Pero tampoco se puede pasar todo el día con ellos porque el pecho también tiene que respirar para curarse. Lo que sucedió al final es que estuve tres meses andando con alguna camiseta holgada llena de chorretones. Súper sexy, vamos…
- Siguiendo con los pechos, ahora estoy más que acostumbrada a darle de mamar en cualquier sitio y ya me ha visto las tetas media humanidad, pero sí que es verdad que al principio me daba reparo sacar un pecho delante de determinada gente. Pensad que es una época de muchas visitas y no es una parte del cuerpo que llevemos al aire nunca. Aguanté como si no pasara nada todas las veces: porque realmente NO PASABA NADA, porque no quería parecer una mojigata y porque cuanto más intentes disimular más llama la atención.
- La espalda me dolía bastante, me imagino que por dar tantas horas el pecho en alguna postura un poco rara.
- Lo de la hormona loca creo que a mí no me ha afectado mucho (tendré que preguntarle a Dani), pero desde luego el cambio hormonal no es algo que haya que tomarse a la ligera.
- Siempre están las típicas visitas, comentarios o consejos un poco molestos, pero son sobre todo al principio y hay que tener la sangre fría de pensar que no son nunca con mala intención.
Al final todo vuelve más o menos a la normalidad. Ya veréis que la cantidad de leche se adapta a las necesidades del bebé y el pecho vuelve a tener un tamaño normal y no de estrella porno, aunque contad con que tras meses hinchándose y deshinchándose varias veces al día no son ni de lejos tan tersas como al principio, y que la barriga ya esté plana se infla como un globo sólo con comer media aceituna. La lactancia es el mejor gimnasio, ¡ya veréis todo lo que adelgaza!
Aun así, repito que he tenido un postparto muy bueno, que pasaría mil veces por lo mismo si hiciera falta y que no he tenido problemas como curar una cesárea o desgarro, un hijo con algún problema, falta de leche, cansancio por un niño que no deja dormir o algo por el estilo.
Maria
Jajajaja, tal cual! Yo además con hemorroides lo de los puntos es verdad que no me lo esperaba asi! Y ademas sin dormir, que Lorena ha hecho un año y todavia no hay forma!
cantandonanas
Bienvenida María,
gracias por compartirlo, me «alegro» de no ser la única que se ha encontrado con estas sorpresas. Qué mala pata la falta de sueño, a ver si Lorena dentro de poco os deja descansar mejor, seguro que durante el día compensa siendo un angelito.
Maria
La verdad es que es super buena, no entendemos lo de las noches, a ver si escribes algo sobre eso. Me gusta mucho el blog, ya tengo ganas de ver de que va lo siguiente
cantandonanas
Muchas gracias María, ¡no vas a tener que esperar mucho para el siguiente post! Me gusta que me propongáis temas sobre los que escribir. La verdad es que ya tenía pensado hacer una entrada sobre ello, a ver si te puede dar un consejo útil, aunque ya sabes que cada niño es un mundo y lo que a mí me sirve igual al resto no.
AlbayNico
Pues con Nico yo estuve en la privada sola en la habitación. Luego no pude darle el pecho y no tuve esos problemas, pero sí tuve que aguantar como me juzgaban sin conocer mi caso por darle biberon como si fuera peor madre o algo así. Luego encima me salieron un montón de granos. Me ha gustado mucho este articulo, nadie te prepara para todo lo que viene
Cantando Nanas
Hola Alba, ¡bienvenida al blog!
Muchas gracias por contar tu experiencia. La gente no entiende que como su madre seguro que has hecho lo mejor para Nico en todo momento y si por lo que sea no le has podido dar el pecho tus razones tendrás. Si no ha sido por decisión propia sino porque no podías encima te harían sentir fatal, a eso me refería con lo de los comentarios impertinentes. Supongo que además te habrás tenido que morder la lengua.
Lo de los granitos se me olvidó comentarlo, gracias por recordármelo. A ver si algún experto nos puede dar alguna explicación racional, yo voy a aventurar y le voy a culpar a las hormonas.
¡Espero que nos veamos más por aquí!