¿Sabéis de qué me arrepiento del embarazo de Eva? De no tener ninguna fotografía decente. Ya lo sé: a ninguna nos apetece ser retratadas en el tercer trimestre cuando nos vemos tan hinchadas y cansadas, pero es una etapa preciosa que pasa rapidísimo y que en algún momento querremos rememorar. No necesitáis doscientas fotos, con que podáis seleccionar tres o cuatro es suficiente.
Por eso, y para evitar los horribles selfies en el espejo, decidimos contratar una fotógrafa profesional para el embarazo de Samuel. Como nos gustó tanto la experiencia decidimos hacer otra sesión cuando hubiera nacido para que pudiera retratarnos a los cuatro. Esta vez, por variar, en nuestra casa en vez de en su estudio. Es más: si se hubiera podido ¡me habría encantado tener algún recuerdo de mis partos!
Si os soy franca al principio me daba un poco de reparo. Quizá porque soy bastante tímida siempre me he puesto nerviosa cuando me apuntan con una cámara, pero en la sesión fotográfica me sentí muy cómoda. Ella, Estefanía Abad, ayudó mucho con su naturalidad y guiándonos durante el proceso.
Algunos consejos para las sesiones
- Lo mejor es llevar colores neutros y sin estampado. De esta manera no roban protagonismo a lo realmente importante.
- Cuanto más natural, mejor. ¿Sentís vergüenza cada vez que os veis con algún modelito o peinado noventero? Pues la idea es que no os ocurra cuando remiréis estas fotografías 30 años después.
- Entre las semanas 30 y 34 es un buen momento para hacerla: la barriga ya es bastante pronunciada pero aún no os sentiréis como un globo.
- En cuanto a la sesión de recién nacido, es mejor hacerla durante los primeros días, cuando aún están muy dormilones y mantienen la posición fetal. En nuestro caso no fue así: los dos estaban bastante nerviosos JUSTO ese día y Samuel no paró de comer. Ya sabéis, quien con niños se acuesta…
- Si hay hermanitos que vayan a participar no forcéis la situación: que se involucren en la medida que ellos quieran.

Explicándole (otra vez) que ahí estaba su hermanito. Lo sé: el vestido es estampado, pero se lo hice yo y me hacía ilusión que fuera con él.

Momento de pausa para mimos durante la sesión en casa. Ahí estaba Estefanía, que no perdió ni un detalle.
Las fotografías de estas sesiones (las nuestras) en particular pueden gustaros más o menos. También puede que no os apetezca invertir en pagar a alguien para que lo haga, pero os recomiendo encarecidamente que vosotros (o algún amigo mañoso) dediquéis tiempo a sacar unas cuántas fotografías para poder atesorar este momento único, ¡no os vais a arrepentir!
Deja una respuesta