Acaba de ser el cumpleaños de Eva (sé que lo sabéis porque lo anuncié a bombo y platillo por las redes) y lo hemos celebrado por todo lo alto: familia, amigos, maxi globos, piñata, helados, globo-formas, etc.
Pero a la hora de hacerle los regalos hemos puesto límites claros y ahora os explicaré cuáles y por qué:
1.– Máximo un regalo por persona (o pareja)
Ya lo sé, apetece comprarle tiendas enteras, pero pensadlo bien… ¿Por los niños o por vosotros? No son suficientemente mayores como para acordarse de todos y lo único que puede pasar es hacer sentir a los demás invitados incómodos (puede que sientan que lo suyo no es suficiente cuando no es verdad) y que el niño se aturulle, no puede retener tanta información.
2.– Dosificarlos
Si les dais todos a la vez se colapsan. Nosotros estuvimos dándole regalos a Eva todo el día: uno por la mañana, el siguiente un par de horas después cuando ya hubiera jugado un buen rato con el anterior, etc.
Así conseguimos que fuera mucho más consciente de todos ellos y ahora los recuerda perfectamente y puede identificar al “regalador”.
3.– Regalos sencillos
Un niño de dos años se lo pasa bomba con un par de coches, no necesita una flota. Reconocedlo, si le compráis a un niño de esta edad la mansión de Playmobil en vez de tres muñecos sueltos es más por vosotros que por ellos, ¡os encanta igual que a mí!
Os pongo un ejemplo: este año Dani y yo le hemos regalado unas pastas para moldear con diferentes herramientas y moldes. En la caja venían únicamente tres colores, y mi niña interna se tuvo que contener MUCHÍSIMO para no comprarle otros diez. Fue más que suficiente, ¡Eva estuvo jugando hasta el infinito con sus tres colores!
4.– Si el regalador no está, haced hincapié en quién se lo ha comprado. Si le va a ver en el plazo de uno o dos meses que se lo de él mismo.
Los niños son materialistas, les gustan las cosas. Ojo, no tiene por qué ser un yate: uno de los juguetes que más le gustaron a Eva fue la sorpresa de un huevo Kinder que usamos como decoración del envoltorio. También puede ser una piedra que les llame la antención o un cepillo de dientes…
Si alguien ha dedicado tiempo y mimo a escoger un regalo para ella es justo que identifique este objeto con la persona. Tienen más memoria de la que pensamos y también bastante capacidad de asociación.

Eva cayó rendida después de tantas emociones. Aquí la tenéis con el bolsito que le regaló nuestra amiga María Eugenia.
Asi nos hemos organizado este año y nos ha funcionado genial (sobre todo en comparación con el despropósito del año pasado). Eva ha disfrutado muchísimo, reconoce y disfruta todos y cada uno de sus regalos y no hemos gastado una fortuna.
P.D.: Si alguien quiere hacerme algún regalo habréis de saber que a estas alturas yo ya estoy echada a perder, no se me puede educar: ¡podéis regalarme todo lo que queráis!
Regalarflores
Es muy compleajo saber elejir un regalo para un niño, y a veces no acertamos…
Cantando Nanas
¿Verdad? Yo últimamente pregunto directamente a los padres si quieren o necesitan algo (por no regalar algo que ya tengan) y si no me voy a alguna de esas tiendas que ya tienen una selección exquisita y cualquier cosa es un acierto… ¡Aunque luego terminen jugando con la caja de cartón!