- Si les compras un juguete lo usarán cinco minutos y la funda, quince. Podrían estar, eso sí, un día entero con el papel de envolver. A no ser que se lo ofrezcas: entonces ya no lo quieren.
- Eva hace dos semanas que da palmas cada vez que oye una canción que conoce. –Ya veréis: Eva cariño, enséñales lo bien que das palmas. Nada. Un fin de semana entero así. En cuanto nos quedamos sólas de nuevo comienza a dar palmas como loca.
- Si tienes media hora para echar una siesta estará de juerga todo el rato y se quedará frita en el minuto 29 y 59 segundos.
- Hay que irse de viaje: Voy a comprar un buen cargamento de estas galletas que son las únicas que le gustan. No vuelve a probarlas, se empieza a aficionar a cualquier otra y tú te quedas con el dichoso cargamento intacto.
- –La verdad es que tenemos muchísima suerte con ella, es buenísima. ¡No llora jamás! En ese preciso instante comienza a berrear.
Primera entradilla de muchas sobre esas cosas inexplicables de los niños y su particular sentido de la oportunidad.
Laura
Jajajajaja leo es aun pequeño pero lo de la siesta es tal cual!