Acabamos de pasar tres días en esta maravillosa ciudad y ya tenemos ganas de volver. Sus calles cuidadas, su oferta cultural y sus casitas de cuento hicieron que volviéramos absolutamente enamorados de Bruselas. ¿Queréis conocer alguno de los lugares interesantes que descubrimos?
Categoría: Europa

Prometí hablaros sobre mis experiencias, las buenas y las malas. Hoy os quiero contar una que al principio prometía ser un gran plan y que resultó no serlo tanto: el Museo dei Bambini en Roma.
Mientras Dani ensayaba y daba un concierto aproveché para visitar con los niños un montón de lugares fantásticos en esta maravillosa ciudad: el Museo de Arte Contemporáneo, la Basílica de Santa Cecilia en Trastevere (con su espectacular escultura de Stefano Maderno)… Resuelta a perderme por las calles de Roma me dirigía hacia la Piazza del Popolo cuando lo vi. Allí estaba, como un imán para los más pequeños, SU museo.

¿Hace un frío que pela pero no queréis quedaros encerrados en casa con los niños? En verano ocurre lo mismo con el calor abrasador de mediodía… Os propongo un plan interesante para toda la familia: el Museo Nacional de Ciencias Naturales. Ya os hablé de los que disfrutamos en Neva York del Museo de Historia Natural, y en una tarde especialmente lluviosa en una de nuestras visitas a Madrid se me ocurrió visitar con los niños el equivalente español.
A los niños les fascina ver tantos animales y a mi particularmente me encanta ver este tipo de colecciones de los naturalistas de los siglos XVIII y XIX. Imagino cómo serían las vidas de estos aventureros ávidos de conocimiento, con la inocencia de sus cuadernos de viaje, la ilusión de cada descubrimiento…

Caprarola es un pueblecito del Lacio, Italia, de unos 5.500 habitantes situado a una hora en coche de Roma. Con motivo de una grabación y concierto de mi marido nos sirvió como cuartel general durante 20 días este septiembre, aunque hicimos algunas escapadas a Roma, Viterbo y Nepi.
Curiosamente ya habíamos estado el año pasado: durante nuestra estancia en Nepi, mis padres pasaron camino de Sicilia y decidimos hacer una visita al Palazzo Farnese. ¡Qué recuerdos! ¿Quién nos diría entonces que un año después volveríamos por las mismas fechas?

Acabamos de hacer la excursión en tren de Palma de Mallorca a Sóller y nos lo hemos pasado genial. Es un tren antiguo que conserva ese encanto de los vagones de madera y permite descubrir un poco más de esta maravillosa isla. Comunica Palma de Mallorca con un bonito pueblo del interior: Sóller. Para rematar la jugada cogimos el (también antiguo) tranvía para bajar hasta el puerto y comer allí.
Este fantástico plan nos lo recomendó una amiga mallorquina y me alegro mucho de haberle hecho caso. Si estáis en la isla con vuestros hijos y os apetece hacer algo diferente tomad nota:

Cuenta la leyenda que el vikingo noruego Ingólfur Arnarson (849-910), al acercarse a tierra desconocida, ordenó arrojar sus öndvegissúlur (postes de su sillón de caudillo) al mar. Su intención era establecer el asentamiento allí donde fuera a parar la madera. Tres años después dos de sus esclavos los encontraron en una bahía y decidieron asentarse ahí y bautizarla Reykjavik: bahía humeante.
Pues aquí aterrizamos hace unos días Dani, Eva y yo dispuestos a conocer este asombroso país (bueno, y algunos a trabajar también). En total seis días llenos de aventuras.