Quiero haceros una comparativa entre estas dos fabulosas mochilas que tantiiiisimo nos han ayudado con nuestros viajes y nuestro día a día. Ya os había hablado sobre el porteo y sobre diferentes tipos de portabebés, ahora entraré en detalle sobre estas dos mochilas que han sido, sin duda, las reinas de nuestra familia.
Cada una de ellas tiene ventajas claras sobre la otra. Partiendo de la base de que ambas son muy cómodas, de buena calidad y tienen unos diseños preciosos, os voy a describir las características más favorables de cada una de ellas:

Con la Boba 4G en Islandia
Boba 4G
- Tiene bolsillos. No son muy grandes pero son perfectos para meter el móvil, un poco de dinero o tarjetas y las llaves.
- Tiene trabillas en ambas correas para que el bolso no se caiga.
- Es más fácil de ajustar, de modo que si cambiáis de porteador o la ajustáis para dar de mamar casi no os costará esfuerzo.
- Es más ligera y compacta.
Liliputi
- El acolchado es un poco mayor, más cómodo para cuando los niños pesan más o para porteos muy largos. Me sobra quizá un poco de anchura en la cintura, no se si realmente es necesario tanto acolchado en esa zona.
- El panel también es más grande, perfecto para cuando los niños son más altos.
- La zona de las corvas está acolchada.
- Tiene unos extensores (mediante cremalleras ocultas) también acolchado para las corvas para cuando el niño crece. Me convence más que el sistema de estribos de la Boba.
- El reductor para recién nacidos también me gusta más, aunque en ambos casos quedan un poco raros, sigo prefiriendo el fular para los primeros meses.

Visitando el Palazzo Farnese (Caprarola, Italia)
Conclusión
Ambas mochilas son maravillosas: si hoy en día me dieran a escoger una no sabría qué decir porque la calidad de las dos es buenísima y cada una de ellas tiene detalles ventajosos sobre la otra.
Abro mini encuesta para saber con cuál os quedáis vosotros, por si a algún comprador indeciso le ayuda a decantarse por una u otra:
¿Destacaríais alguna ventaja más de cada una de estas mochilas?

Seguimos porteando a Eva con casi tres años. Aquí, agitada después de pasar el día en Sendaviva.
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